Según explican desde el Gobierno, la mayoría de las tareas de la ahora ex Secretaría de Vivienda se desarrollaban a través de tres fondos fiduciarios que actualmente están disueltos o en proceso de disolución.
"Los mismos habían registrado un mal uso de los recursos de la sociedad, falta de controles y de resultados", completan.
A partir de la disolución de la Secretaría, también ratifican la decisión de que las provincias y municipios impulsen este tipo de obras.