El consumo de carne se volvió a contraer y no encuentra un piso en medio de la crisis: en febrero cayó 5,4% respecto a un año atrás, de acuerdo a un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra). Buena parte de la sociedad no puede poner un churrasco en la mesa y el arranque de 2025 muestra un feroz avance de precios, lo cual dificulta el proceso desinflacionario del que se jacta el Gobierno.
Tomando el promedio móvil de los últimos doce meses, el consumo por habitante de carne vacuna habría sido equivalente a 48,8 kilos/año en febrero, ubicándose 5,4% por debajo del verificado un año antes (2,8 kilos por habitante menos).
Según el documento elaborado por el Mercado Ganadero Rosgan de la Bolsa de Comercio de Rosario, la comercialización interna de carne en el primer bimestre del año se desplomó al mínimo histórico.
La caída del poder adquisitivo de los hogares llevó a que la carne se convirtiera en un lujo para pocos y en unos de los alimentos que más sufrió el recorte en el consumo.