El intendente Pablo Javkin emitió el pasado 27 de febrero el Decreto 384/25, mediante el cual otorga un incremento salarial a los empleados municipales del 5% de sus haberes de diciembre, por el trimestre enero, febrero y marzo. A pesar de no acordar con la medida, ni prestarse a la foto como en otras ocasiones, el gremio no anunció medidas de fuerza ni jornadas de protesta.
La medida fue adoptada de manera unilateral, sin conformidad del gremio, que se negó a firmar el acuerdo, pero en concordancia con el gobernador, Maximiliano Pullaro, que otorgó la misma cifra a docentes, médicos y personal estatal, en este caso con aceptación gremial.
Ambas medidas vienen en consonancia con la política salarial exigida por el el Gobierno Nacional, que busca bajar la inflación con significativas reducciones salariales, en el ámbito público por Decreto y sin acuerdo, y en el privado negándose a homologar acuerdos por encima del 1%, cuando la inflación aún no bajó del 2%.
El deterioro de poder adquisitivo pasó a ser la variable de ajuste, y la única manera que el gobierno libertario encontró de disminuir el ritmo desenfrenado que tenían los índices inflacionarios. A menor ingreso menos compras, con menos ventas, según manuales de teoría económica los precios deberían bajar, pero ya se sabe, eso nunca sucede en Argentina.