magicScript

Pastoral Social: "Es una idealización creer que la solución de la inseguridad es bajar la edad de imputabilidad"

 


La Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina emitió un comunicado titulado "Más oportunidades que penas", en el que cuestiona la idea de bajar la edad de imputabilidad para afrontar la problemática del crimen en personas jóvenes. En ese marco, abogan por "asumir cambios profundos". 

El documento afirma que la sociedad argentina padece "las consecuencias de administraciones políticas que no han sido capaces de crear una cultura del trabajo que incluya a todos los habitantes y que permita a todas las familias del país vivir con dignidad y procurarse los bienes necesarios para un auténtico desarrollo humano, laboral, social, económico y psicoactivo"; y que esto ha provocado innumerables problemas, entre los que se encuentra precisamente el de lo que llama la "delincuencia juvenil".

Metiéndose en el debate social y político abierto respecto a la posibilidad de bajar la edad de imputabilidad para que, precisamente, jóvenes más chicos puedan ser juzgados como adultos, expresó la Pastoral Social en primer término su solidaridad con quienes "han sido víctimas de la violencia, algunas de ellas víctimas de delitos cometidos por menores de edad".

Acto seguido, analizó que "ante estas situaciones dolorosas se fortalecen las propuestas que hacen foco en los menores, como si fueran los únicos y los numéricamente más responsables de los delitos"; y apelan a estadísticas oficiales para afirmar que "los menores no son los que más delitos cometen". 

"La problemática de la delincuencia juvenil está atravesada por una enorme cantidad de factores que hacen necesarias las voces de especialistas como psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos y docentes. No aparecen con tanta frecuencia estas opiniones calificadas en los debates mediáticos. Cuando se escuchan estas voces, los abordajes más complejos de la problemática, la propuesta de bajar la edad de imputabilidad no parece ser la más razonable", apunta la Pastoral Social. Y a continuación, enfatizan que "es una idealización creer que la solución de la inseguridad es bajar la edad de imputabilidad y no considerar sus causas".

Subrayan en este sentido que debe considerarse que el consumo de drogas entre los jóvenes es "una de las principales causas de la violencia". 

"La droga sigue penetrando fácilmente en nuestros barrios y pueblos", alertan, exhortando a combatir el narcotráfico, que "viene ganando territorio y ampliando sus negocios dejando tiradas y destruidas un montón de vidas y familias, particularmente a los jóvenes". 

Paralelamente, proponen preguntarse socialmente "¿qué mundo estamos creando los adultos para el crecimiento y desarrollo de niños y jóvenes?", destacando la falta de oportunidades, buena educación, formación laboral y contención familiar y social que sufren muchos. 

"Es imprescindible comprender que es necesario promover una 'cultura del cuidado' que garantice las condiciones para el desarrollo integral y pleno de cada persona", enfatiza el documento. 

Respecto al proyecto de baja de edad de imputabilidad concretamente, se pregunta la Pastoral Social "¿dónde van a recluir a los menores? ¿cuáles son los dispositivos apropiados en las provincias para alojar a adolescentes y jóvenes que delinquen? ¿qué alternativas reales tenemos para ofrecerles, educarlos y reinsertarlos socialmente?". 

Como alternativa, proponen un "régimen penal juvenil/adolescente que tenga una mirada humana, integral, abierta a la esperanza". 

Finalmente, la Pastoral Social apela a la "grandeza política" para ofrecer un "verdadero proyecto de vida para nuestros adolescentes y jóvenes", que les permita augurarse un futuro con esperanza "y una salida que no sea Ezeiza". 

Concluye el documento, exhortando a todos los sectores a comprometerse en este debate: "El Estado nacional, los estados provinciales y municipales y la dirigencia política tienen un rol preponderante en este propósito. 

Pero también los dirigentes de movimientos sociales, los sindicalistas, los clubes, los religiosos, el mundo empresario y los ciudadanos en general tenemos que aportar lo que sea necesario para ampliar las oportunidades de educación, de formación, de cercanía con los niños, adolescentes y jóvenes vulnerables. 

Es imprescindible vencer todo tipo de indiferencia, superar la cultura del descarte y llenar con propuestas superadoras el vacío que dejamos cuando evadimos nuestras responsabilidades como adultos. Esto es determinante porque, como nos recuerda el Papa Francisco, estamos todos en la misma barca y nos salvamos juntos o nos hundimos todos".


Entrada más reciente Entrada antigua
.: Otro camino a la información :.

inicio_recent