Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia, la reacción ha sido contundente. Emitieron un comunicado rechazando enfáticamente las palabras de Milei, considerando que estas constituyen un grave atentado al proceso de integración regional que tanto Brasil como Bolivia han defendido a lo largo de los últimos años.
Según representantes diplomáticos bolivianos, los dichos de Milei sugieren una preocupante actitud de desprecio hacia una nación hermana, afectando no sólo a Bolivia sino también a toda la región.
Diversas declaraciones generadas a partir de una conferencia de prensa que Milei brindó junto a altas autoridades estadounidenses, enfatizaron en la debacle que sufre Bolivia "como resultado de ocultas políticas socialistas disfrazadas bajo un falso manto nacionalista".
La afirmación de que Bolivia "ha alcanzado el límite de sus políticas socialistas" subrayó aún más las críticas por parte del gobierno boliviano, pronunciándose en diversos canales sobre la supuesta capacidad de deterioro que estas manifestaciones podrían ocasionar en la integridad del país.
En respuesta, las autoridades bolivianas, con el respaldo de sus ciudadanos y organizaciones sociales, mantuvieron firme una postura de dignidad y autodeterminación. La reacción fue más allá del ámbito oficial, involucrando directamente a ciudadanos y movimientos sociales.
Tales comentarios que varios de estos grupos describieron como intervencionistas y faltos de respeto, resaltaron la relevancia de la consideración mutua en las relaciones internacionales.
Mientras las organizaciones sociales en Bolivia multiplican su crítica a la administración argentina liderada por Milei, otros funcionarios bolivianos intentan aminorar los efectos adversos sobre la unidad regional.
Como apuntó el dirigente campesino Adalberto Ticona, estas declaraciones reflejan una indeseada intervención hacia el modelo político y económico que Bolivia ha soberanamente discutido y elegido. Un llamado a la reflexión que busca ahondar en los avances latinoamericanos para alcanzar un futuro común más equitativo y respetuoso.