La jugada libertaria para dejar atrás el revés por los pliegos de la Corte Suprema duró poco. El jueves pasado, apenas un par de horas después de que la Cámara alta rechazara de manera contundente las postulaciones de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
El oficialismo intentó contratacar y el presidente Provisional del Senado, Bartolomé Abdala, le puso fecha y hora a la sesión que su propia bancada había pedido días atrás: el miércoles 9 de abril a las 11 horas.
La jugada llamó la atención.
La mayoría parlamentaria ese día no estaba garantizada, en parte porque los 34 senadores de Unión por la Patria rechaza de plano la ley, porque le impediría a Cristina Kirchner ser candidata.