"Gracias por traerme de vuelta a la plaza”, fueron las palabras del argentino, según confirmaron desde la Santa Sede.
En el último gesto de su papado, y comprometido hasta el final, Francisco primero impartió - con lo poco que le quedaba de voz - la bendición pascual y luego se dedicó a recorrer la plaza en el papamóvil frente a la atenta mirada de 35.000 fieles presentes. Pocas horas después, fallecería a los 88 años a causa de un derrame cerebral.
Visiblemente afectado, el Sumo Pontífice bajó a la plaza tras la tradicional bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón. “¿Cree que podré hacerlo?”, le preguntó Francisco a su enfermero antes de confirmar la inesperada recorrida. Strappetti lo tranquilizó y el argentino pudo disfrutar de una última recorrida en un día especial para la comunidad católica.