“El reggaetón no tiene obra. No es un género que tenga ni historia… Al reggaetón lo desaparece Mozart, lo desaparece Bach, ni siquiera nosotros. Sobre todo, es una música misógina, atrasa la aguja. A las chicas progresistas les digo: «No bailen reggaetón, boludas. Porque todo contra lo que vos estás peleando, está escrito ahí»", añadió.
Posteriormente, enfatizó que él no pertenece a ese mundo: “Es una expresión que no tiene nada que ver conmigo, nada. De hecho, están las antípodas. Pareciera la música de la época del fascismo, o del nuevo fascismo; cuanto menos inteligente, más bruto, menos acordes, menos melodía, más básico el ritmo…”.