Impulsada principalmente por alimentos y bebidas y cuotas de colegios privados, la inflación de marzo se situó en el 3,7% y de esta manera llegó al 55,9% en el año. Se trata de la tercera suba en lo que va del año, y a pesar que el Gobierno libertario había dado el tema por cerrado, asegurando que tenía algunos índices negativos.
El número explotó en la manos del Gobierno, que cerrará hoy el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por unos U$S 20 mil millones de dólares. En medio de la corrida cambiaria, el Gobierno ya gastó unos 5U$S mil millones de dólares en tratar de sostener el dólar, que de todas formas sube.
El propio Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, habían anticipado una suba más pronunciada de precios para marzo, ubicándola entre 2,4% y 2,9%, con el rubro alimentos y bebidas como el principal motor inflacionario, pero el número del INDEC sobrepasó la expectativas oficiales.
Con este dato, el IPC no solo no retomó el proceso de desinflación, que ya se había cortado en febrero cuando se elevó al 2,4% desde el 2,2% previo, sino que es el nivel más alto desde agosto del 2024 cuando el índice fue del 4,2%.