El intendente de Rosario, Pablo Javkin, ratificó que su objetivo es completar la incorporación de nuevos colectivos antes de volver a discutir un aumento en la tarifa del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). A pesar de que la inflación volvió a acelerarse en marzo, el jefe del Ejecutivo local apuesta a mantener el pasaje en $1.200 al menos hasta julio.
“Estamos tratando de aguantar el costo del boleto para poder comprar coches y luego mejorar frecuencias”, afirmó el mandatario este martes.
El plan oficial es sostener el valor fijado en octubre pasado mientras se completa la incorporación de los 144 ómnibus nuevos adquiridos durante 2023. De ese total, ya se sumaron 44 unidades, y en los próximos dos meses deberían llegar las más de 80 restantes para reforzar líneas operadas por Movi y Rosario Bus.
La decisión de congelar la tarifa responde también a una estrategia para seguir recuperando pasajeros. Según destacó Javkin, el nivel de usuarios del sistema ya supera al registrado antes de la pandemia, un dato que atribuye al valor actual del pasaje combinado con mejoras en la flota.
“Ahora faltan más coches cero kilómetro”, insistió.
Si no hay demoras en las próximas entregas de colectivos, la revisión del precio del boleto recién se activaría entre junio y julio.
“Siempre estamos con una manta corta porque vemos que en otras jurisdicciones empieza a aumentar”, explicó el intendente, aunque aclaró que por ahora no hay urgencia.
La gestión local se sostiene en un contexto económico nacional adverso. Tras el anuncio de una baja en los combustibles por parte de YPF, Javkin celebró la medida como un alivio transitorio: “Esas cosas nos permiten aguantar más tiempo”.
En 2024, el boleto había aumentado cuatro veces y pasó de $240 a $1.200 en menos de nueve meses, en un escenario marcado por la devaluación y el recorte de subsidios del gobierno nacional. Para este año, la prioridad es mejorar frecuencias y evitar nuevos aumentos, al menos hasta completar la renovación de la flota.