La actividad turística se vio impulsada por una variada agenda de eventos, desde celebraciones religiosas hasta festivales, ferias gastronómicas y competencias deportivas.
En promedio, cada visitante desembolsó $87.590 diarios, con una estadía media de 3,1 días, lo que se tradujo en un consumo estimado de $271.529 por turista a lo largo del fin de semana.