De aprobarse el proyecto, toda edificación construida o a construirse en el ejido urbano de la ciudad deberá garantizar que el abastecimiento de agua potable sea utilizado exclusivamente para consumo humano.
“Para los usos no esenciales, como riego de espacios verdes, limpieza de superficies, sistemas de enfriamiento, descargas sanitarias, llenado de piscinas y otros similares, las nuevas edificaciones deberán implementar sistemas de abastecimiento alternativos”, explicó la concejala.
El proyecto de Gigliani marca que las edificaciones en construcción y las futuras deberán ajustarse a lo dispuesto en la presente ordenanza de manera inmediata. Mientras que para las edificaciones existentes, se establece un plazo de adecuación de dos años desde la entrada en vigencia.