El artículo indica, citando a varios funcionarios de la Administración de EE.UU. y otras fuentes familiarizadas con el asunto, que la ofensiva israelí debía llevarse a cabo en mayo de este año.
Su objetivo consistía en aplazar por un año o más la capacidad de Teherán para desarrollar un arma nuclear.
Se reporta que Israel esperaba que EE.UU. apoyara sus planes.
The New York Times detalla que casi todos ellos hubiesen requerido asistencia por parte de Washington para garantizar que estos ataques fueran exitosos o para defenderse de la posible represalia de Irán.
La cuestión del bombardeo se abordó en la Administración estadounidense durante meses, indica el medio.
Además, se han discutido otras herramientas de presión sobre Irán, como operaciones encubiertas israelíes llevadas a cabo con apoyo de EE.UU. o nuevas sanciones en su contra.