«Cuando el gremio se une y lucha, conquista derechos», manifestaron desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), luego de que Acindar cediera ante los reclamos y aceptara actualizar los salarios por IPC, marcando el camino al resto de las empresas de la actividad y desactivando el conflicto en Villa Constitución.
El acuerdo llegó tras meses de infructíferas negociaciones y a horas de que la UOM Villa Constitución comience con un paro por tiempo indeterminado en la planta de la firma perteneciente al Grupo ArcelorMittal.
Hasta entonces, desde el gremio señalaban que la paritaria de los siderúrgicos llevaba unos diez meses sin acuerdo y «el sector no aguanta más dilaciones».
«El último aumento que tuvimos fue en junio del año pasado. La gente está con un hartazgo importante porque en el medio siguió habiendo una inflación acuciante, una macroeconomía desbastada y los sueldos depreciados. Fuimos recibiendo anticipos de la empresa, cada dos o tres meses, pero sin que eso impacte en el recibo de sueldo y sin que los trabajadores puedan saber cuánto ganan como para proyectar sus gastos», denunciaba Pablo González, secretario general de la UOM de Villa Constitución.
«Si no hay un acuerdo en la reunión del lunes, automáticamente vamos a un paro sin presencia de puestos de trabajo, por tiempo indeterminado, que va a tener un impacto muy grande», amenazaba.
En paralelo, la empresa atraviesa una baja histórica en los niveles de venta y producción, y la importación de acero desde China y Brasil pone en riesgo puestos de trabajo.
«El modelo productivo de este gobierno es apagar las chimeneas de las fábricas y eso va a impactar en toda la zona», advertía Silvio Acosta, integrante de la comisión interna de Acindar.