"Cada día hay menos inflación, cada día la economía crece más, cada día los salarios reales son más altos, cada día hay menos pobres y menos indigentes", enumeró Milei. Y remató con una frase que rápidamente hizo eco en redes: "Salvo que sean masoquistas y quieran que les vaya mal, el país tendría que quedar pintado de violeta, sin lugar a dudas".
En su análisis económico-político, Milei vinculó directamente la baja del riesgo país con las expectativas electorales: "Desde mi punto de vista, lo que está esperando el mercado es que –efectivamente– se confirmen estas hipótesis de que le vamos a dar una paliza a los kukas en octubre".
Con este planteo, el presidente volvió a mezclar su visión técnica con su tono provocador, confiado en que su proyecto político no solo continuará, sino que se consolidará tras las urnas: "Argentina entrará en un sendero que, de acá a 40 años, la va a convertir en la primera potencia mundial", prometió en una entrevista con el canal de streaming Neura.