Explicó que "la realidad hace que podamos pensar en que las nuevas construcciones en propiedad horizontal tengan que contar con grupos electrógenos o alguna fuente alternativa de electricidad". La concejala destacó que "el corte de energía es un trastorno para cualquiera de los que vivimos en edificios de propiedad horizontal", especialmente para personas mayores y con discapacidades, quienes enfrentan mayores dificultades en estas situaciones.
La edil peronista señaló que ha recibido valoraciones positivas de su propuesta, incluso de actores ligados a la construcción. "Lamento que el panorama cotidiano ya naturalizado en nuestra ciudad sea que cuando tenemos bajas o altas temperaturas, amplios sectores se quedan sin energía eléctrica", agregó.
Gigliani sugirió que, para los edificios ya construidos, se podría dar un plazo de 24 meses para implementar estas medidas, aunque está abierta a discutirlo. "Los consorcios pueden priorizar la compra de un generador para garantizar el suministro de agua potable en lugar de otras inversiones", afirmó.