El plan de Trump apunta a recortes drásticos de 163.000 millones de dólares en el gasto federal, especialmente en el cuidado infantil, la investigación de enfermedades, la energía renovable y las tareas de pacificación en el extranjero, muchos de los cuales ya están en marcha a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental, a cargo de Elon Musk.
El presupuesto refleja las promesas del presidente de EEUU de ponerle fin a los "programas progresistas" y reflejan su promesa de detener la "instrumentalización del gobierno" al recortar el Servicio Interno de Impuestos.
A su vez, la Casa Blanca manifestó su confianza en que el Congreso libere 375.000 millones de dólares en nuevos fondos para los departamentos de Seguridad Nacional y Defensa como parte del proyecto para recortar impuestos y reducir gastos; así como su objetivo de repeler lo que Trump llama una "invasión extranjera".