Luego de transcurrida la conciliación obligatoria, dictada por el Ministerio de Trabajo, y solicitada por el Sindicato de Trabajadores Municipales, el Ejecutivo no bajó oferta salarial alguna y sigue firme en su postura de no recomponer el severo deterioro salarial provocado por la merma del 4,5% provocada por haber otorgado un aumento del 5% para el primer trimestre del año, cuando el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC) determinó que la inflación fue del 9,5%.
El intendente Pablo Javkin, dio por cerrada la cuestión del primer trimestre, y nuevamente por Decreto, determinó que el aumento del segundo trimestre del año sería del 8%, sin dejar resquicio alguno a rediscutir la merma ocasionada durante el primer trimestre. Esto provocó una airada protesta de los trabajadores, que finalizó con un paro de actividades, con movilización y corte de arterias, incluso utilizando ambulancias, y eso derivó a la vez en las pertinentes denuncias penales.
El garrafal error sindical, sumado a una inoportuna foto con Juan Monteverde, fue la excusa perfecta para la Intendencia, que encontró en el justo reclamo "una cuestión política" y chicanas mediante cortó el diálogo económico aduciendo cuestiones que nada tienen ver con el poder adquisitivo del salario que los trabajadores van a tener, de persistir este mecanismo.
Incluso la Municipalidad fue más allá de suprimir intempestivamente paritarias y atarse a lo que disponga Pullaro en materia salarial, como si no se tratara de estamentos independientes, y la sola pertenencia al mismo espacio político fuera determinante para sostener los números provinciales como propios, aún con presupuestos disímiles y compromisos diferentes.
Durante la sesión del Concejo Municipal de ayer, el oficialismo hizo uso de su mayoría automática para aprobar la autorización al intendente para efectuar los aportes previsionales correspondientes a la Caja de Jubilaciones, aún con la negociación abierta, que no finalizó. Lo hizo soportando contundentes críticas de la oposición, y mezclando todo, trayendo incluso al debate al exgobernador del Chaco, Jorge Capitanich y su supuesta amistad con los asesinos de Scrzyzowsky...demencial.
La mera acusación de "Monteverdistas" a los algo más de 10 mil municipales no solo es una excusa inexplicable para desviar la atención, es una mentira enorme. Por empezar, el grado de sindicalización de la planta es apenas superior al 50%, por el otro, la amenaza de descuento del día no trabajado y posterior medición de porcentajes de acatamiento bajo extorsión, incumpliendo el derecho a huelga consagrado por la Constitución Nacional, son una falacia.
La cuenta es simple, el 4,5% de deterioro salarial, representa $45 mil por cada millón de pesos que cobra un laburante. Se duplica en el caso que cobrara 2, y llegaría a 90 mil pesos mensuales. En democracia, no debería ser cuestión del Ejecutivo a quien deciden votar los trabajadores. Mezclar la política con la plata es para no reconocer que las arcas municipales están flacas, y sufrieron el 43% de merma de recursos coparticipables y el 20% de disminución del DREI de un mes a otro.
El problema es que el que provocó eso es el Gobierno al cual Unidos apoya, al que le prestó votos para la sanción de sus leyes más importantes. "No cuenten conmigo para sumarnos al deterioro de la imagen presidencial" dijo el gobernador. Pullaro coincide con Milei en buscar el equilibrio fiscal y eso debería ser una premisa de cualquier Gobierno, pero no a cualquier costo.
Por solo dar un número, la Salud Pública municipal recibió el 25% más pacientes que el año anterior. Esto se provoca por el abandono de medicina privada por parte de gran parte de la población, ya que desregulada por el Gobierno Nacional y en absoluta concordancia produjeron aumentos estrafalarios que la dejaron lejos de la clase media. Ese paciente, que ya no puede pagar su prepaga va a un hospital público. Cabe destacar, que la mitad del personal municipal trabaja en el área, y no son precisamente los de mayor remuneración. Doblegar la voluntad de los trabajadores bajo amenaza no debería enorgullecerlos. Los residentes del Garrahan, que cobran 790 mil pesos, levantaron el paro luego de ser amenazados de ser despedidos y no porque estuvieran conformes.
Los trabajadores municipales reclaman plata, salario perdido. Y a eso debe contestar la Municipalidad. Si carece de recursos para hacerlo, debe decirlo, pero aducir "cuestiones políticas" para hacer plin caja, y esconder que el Gobierno al cual se apoya políticamente está provocando pérdida en las finanzas públicas, es meter la basura abajo de la alfombra. "Es solo plata y no amores", decía el cartel dejado en el Banco Río por aquellos amigos de lo ajeno en 2006. No se reclama plata por mayor o menor simpatía política, se reclama dinero por necesidad, en momentos difíciles.