En la provincia, hay más de 484.000 jubilados, de los cuales unos 256.000 cobran la mínima o menos. El bono previsional de $70.000, congelado desde marzo de 2024, debería haberse actualizado a $158.658 en junio de 2025 si se aplicaba la fórmula previa de movilidad. Esa falta de actualización provocó una pérdida de $879.450 por persona.
A nivel provincial, eso equivale a $225.094 millones menos circulando entre los sectores más vulnerables.
El ajuste también eliminó el refuerzo de $15.000 que hasta diciembre de 2023 recibían los jubilados de menores ingresos afiliados al Pami.
Esta ayuda mensual desapareció sin reemplazo, generando una merma de $492.958 por beneficiario entre enero de 2024 y junio de 2025. Solo en Santa Fe, esto representó otros $126.172 millones que dejaron de ingresar a los hogares de adultos mayores.
Otro recorte significativo fue la suspensión del reintegro del IVA para quienes cobraban hasta tres haberes mínimos.
Este beneficio automático permitía recuperar el 21% de las compras esenciales con tarjeta de débito, y alcanzaba al 86,6% de los jubilados del país. Su eliminación implicó un nuevo retroceso en la capacidad de consumo de millones de personas mayores en Santa Fe y en todo el país.