De su alocución, sin dudas llamó la atención una parte en la que señaló que "la gente tiene que entender que hay cosas difíciles como reducir las pensiones y salarios en un 40 o 50%, pero hay que confiar. Es importante para Argentina".
Mientras el equipo económico por completo del Gobierno negocia en Washington desde hace diez días una ayuda del Tesoro norteamericano y negocia con el FMI paralelamente con el objeto de posponer algunos pagos que no puede afrontar, para no caer en default, la solución propuesta por el organismo internacional parece ir dirigida directamente a jubilados y trabajadores, que deberían según sus cálculos ganar la mitad como para que cierren los números.
Las elecciones de medio término están cercanas en la Argentina, el gobierno libertario apuesta a sacar números suficientes para blindar en el Congreso de la Nación las iniciativas que le permitan llevar adelante el plan económico, y como otras veces, desde afuera se pide que se acompañe el ajuste, que consideran necesario hacer. El propio presidente, Javier Mieli asegura que se está a mitad de camino, es decir falta más motosierra por aplicar aún, quizás la más dura.

