En el actual calendario, los valores del ganado se dispararon en EE.UU. a causa de la escasez que padecen, provocando que el mayor costo se traslade a los consumidores.
Ante este escenario, la administración Trump decidió implementar un plan de incentivo ganadero para aumentar la producción local de carne vacuna, y en paralelo elevó el cupo para las importaciones de carne argentina.
Entre las medidas dispuestas por el Departamento de Agricultura norteamericano (USDA), se incluyen facilitar a los empresarios el pastoreo de ganado en tierras federales, aumentar los subsidios al seguro y reducir los costos para los pequeños procesadores.
Sin embargo, la directiva que más repercusión generó entre los productores estadounidenses fue la ampliación del cupo para el mercado argentino.

