Se avecina una elección legislativa el próximo domingo, la menos trascendente desde los albores de la democracia, allá por 1983. La renovación legislativa que cambiará porcentualmente los bloques parlamentarios y la composición de ambas cámaras nada modificará, ya que el Gobierno se maneja sin legislativo, no lo necesita ni lo padece, ignora, veta, y en el peor de los casos, no aplica lo que el Congreso decide. La Justicia, bien gracias.
Desde el caso Kueider, senador peronista al que pescaron pasando la frontera junto a su secretaria con una pila de dólares no declarados, que se multiplicaron varias veces luego de investigar su accionar, preso en el vecino país en el que es acusado de lavado, impune por acá por haber recibido dádiva y haber permitido con su voto la imposición de normas que de no haber contado con su complacencia cómplice no hubieran salido, el Legislativo dejó de ser importante.
Aunque lo disimula, al Gobierno no le importa en absoluto lo que allí se trata, al punto que por ejemplo, la denominada "ley de leyes", nada menos que el Presupuesto de la Nación no se sancionó en los dos últimos años, por iniciativa del oficialismo, que puso al dipu narco Espert a conducir una comisión que nunca intentó darle despacho. Como consecuencia de ello, el Poder Ejecutivo se maneja <a piaccere> con un prorrogado de 2023, que le permite destinar el 95% de las partidas donde mejor se le ocurre, ya que producto de la inflación, los números son irreales, mucho más luego de la devaluación del 120% impuesta por los libertarios ni bien comenzaron el Gobierno, que derivó en una inflación del 25% para su primer mes de gobierno, que le atribuyeron a Massa, obviamente.
Luego, las carencias de una Argentina que comenzó a sentir el efecto del ajuste impuesto por el FMI, derivó en una serie de sanciones legislativas en diversas áreas, vetos mediante el Gobierno logró posponer su aplicación, en algunos casos se logró insistir y rechazar los vetos, y hoy el Ejecutivo, al límite de lo dispuesto por ley, promulgó, pero dijo carecer de fondos para aplicarlo, una excusa bizantina, ya que <sin Presupuesto>, el jefe de Gabinete puede reasignar partidas a su solo criterio, con el fin de cumplir con lo que la ley dispone, pero no lo hace, al parecer los únicos destinos autorizados y que valen la pena para la administración libertaria son los de sostener un dólar barato para llegar a las elecciones con la falsa sensación de estabilidad.
Esto derivó en el agotamiento de las reservas del Banco Central de la República Argentina. No alcanzó con un nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, del BID, un par de cosechas del campo bastante buenas, un blanqueo de capitales, ahora recurre al Tesoro de los Estados Unidos para sostener un tipo de cambio "barato", eleccionario, e irreal. Eso hasta el lunes. Sea cual fuere el resultado de las elecciones, en diciembre, no hay economista racional que no afirme que el billete estadounidense no se acerque al menos a los $2 mil pesos para fin de año, eso supondrá una nueva devaluación de la moneda del orden del 20 o 25%.
El Gobierno va por su tercio, el mismo que tuvo y tendrá, antes dependía más de buscar alianzas ficticias e inestables, ahora con muchos más legisladores propios, dispuestos a votar lo que sea, a cualquier precio. El PRO y los gobernadores aportarán "gobernabilidad", a pedido de la Embajada de Estados Unidos, principal proveedora de fondos de los legisladores nacionales, no importa a qué partido pertenezcan, a nadie se le escapa que un diputado o senador no vive de lo que gana en el Congreso, la mayoría no paga con ello ni las expensas de los suntuosos inmuebles que ocupan. Juegan un juego democrático, en el que todos simulan pelearse, disentir, enojarse y hasta odiarse, no sucede así puertas para adentro, entre bueyes no hay cornadas y casi todo sucede <pour la gallery>.
El Gobierno autocrático y autoritario de Javier Milei gobierna por decreto, de necesidad y urgencia si es es necesario, o sin necesidad ni urgencia si le parece. Ni las fuerzas de la democracia y mucho menos la Justicia están dispuestos a impedírselo. A pesar de los escándalos provocados por el caso de las valijas locas, la estafa internacional $Libra, el 3% de la Agencia Nacional de Discapacidad, el caso del Fentanilo contaminado que dejó más de cien muertos o la bajada de Espert por vínculo con el capo narco Fred Machado, o un diputado pidiéndole a sus asesores que "donen" los viáticos por desarraigo de trabajar en CABA, proviniendo de Tierra del Fuego, no hay bala que le ingrese.
A cualquier gobierno peronista, el 10% de cualquiera de esos ilícitos le hubiera sellado su suerte. El antiperonismo es el partido más grande de la Argentina. Varía, muta, se esconde bajo formas impensadas, se disfraza de republicano, de democrático, pero no dudó en derrocar como en el 55' o el '76, proscribir por décadas, secuestrar, encarcelas, fusilar o desaparecer. Es su esencia, mientras son gobierno lloran inestabilidad y "actitud destituyente", cuando no lo son, utilizan los peores métodos para hacerse del poder, conculcar derechos, endeudar por décadas y después huir, hasta una nueva oportunidad.
Además cuentan con la enorme complicidad de los medios masivos de comunicación, un conglomerado de satélites informativos que responden a los mismos intereses, disfrazados de oferta multimediática, se ocupan de emitir una sola voz, que no permite la crítica, protege, oculta, disimula y distrae a un conjunto de ciudadanos dispuestos todavía a creer lo que los diarios o la TV dicen, mucho más que confiar en su bolsillo o su heladera.
Sacar el 30, el 35 o el 40% no cambiará nada, el Gobierno se seguirá manejando como hasta ahora, con látigo y billetera. Fingiendo amistad para conseguir "héroes" dispuestos a blindar los atropellos que ya tienen pergeñados, que fueron puestos a consideración en el Consejo de Mayo, un organismo inventado, del que participan funcionarios, legisladores afines y sindicalistas dóciles. Milei no necesita del Congreso para gobernar, "el nido de ratas" al que suele referirse se le reveló varias veces, es más, viene de una seguidilla inusual de derrotas consecutivas, no le importa, las ignora, las bloquea y sigue adelante, ahora con el apoyo del amigo Bessent y su padrastro putativo, Donald Trump.
Fernando Paulo Viglierchio
Especial para RosariNoticias

