Diane Keaton murió a los 79 años, pero su figura seguirá viva en cada plano de Annie Hall, en el aire melancólico de Manhattan y en el gesto irónico con que torció las reglas del cine y de Hollywood.
Fue actriz, directora, productora, fotógrafa, cantante, diseñadora y, sobre todo, una mujer que jamás se dejó domesticar por la industria ni por las expectativas de nadie.
Su carrera fue una línea discontinua, elegante y excéntrica a la vez, tan singular como su voz, su ropa o su risa: imposible de confundir con la de otra persona.
Ganadora del Oscar por "Annie Hall", transformó la imagen de la mujer en el cine con su estilo, talento e inteligencia.
Su legado combina humor, audacia y una lealtad hacia el director con quien marcó medio siglo de cine brillante.
