“La realidad es que aumentó un 10%. Ya venía subiendo de a poco, pero ahora los precios se fueron a las nubes”, explicó Marito Laurens, carnicero del conurbano bonaerense.
Laurens detalló que, tras la suba, el kilo de lomo llegó a $18.000, mientras que el asado se mantiene en $13.800, ya que muchos clientes dejaron de consumir parrilla.
“La gente se vuelca a otros cortes más económicos, como el osobuco, que se empezó a hacer a la parrilla”, comentó.
De cara a diciembre, el carnicero advirtió que los cortes tradicionales para las fiestas —matambre, peceto, asado, vacío, entraña y tapas— tendrán subas puntuales porque muchos frigoríficos guardan mercadería para vender en ese mes.

