Sarkozy, que calificó su paso por prisión como una “pesadilla”, tiene prohibido salir del país y mantener contacto con el ministro de Justicia Gérald Darmanin.
En ese sentido, la decisión judicial se conoció a menos de 20 días después de que Sarkozy ingresara en la cárcel de La Santé, en París, convirtiéndose en el primer exjefe de Estado de la Unión Europea en cumplir prisión efectiva.
El tribunal consideró que no existían riesgos de fuga ni de presión sobre testigos, por lo que aceptó la solicitud de libertad bajo control judicial presentada por la defensa, con el respaldo del fiscal Damien Brunet.
Asimismo, el ex presidente francés, de 70 años, compareció por videoconferencia desde el penal y describió su estadía como “agotadora”. “Es duro, muy duro, sin duda para cualquier preso. Incluso diría que es extenuante”, afirmó, aunque también agradeció al personal penitenciario por hacer “soportable esta pesadilla”.

