El primer fallo fue duramente cuestionado por familiares de las víctimas y fue apelado, pero los camaristas lo ratificaron este jueves.
En el juicio que tuvo lugar el año pasado en el Centro de Justicia Penal de Rosario, los jueces Marcela Canavesio, Rodolfo Zvala y Juan Carlos Leiva, condenaron a Carlos García, el gasista que trabajó en el edificio de Salta 2141 en aquella trágica mañana del 6 de agosto de 2013, a cuatro años de prisión por el delito de estrago culposo.
Según la acusación, Carlos García manipuló el gabinete de gas sin haber cortado el suministro para empezar a trabajar; tampoco la luz; no cerró la puerta de acceso al edificio; ni avisó a los vecinos cuando comenzó la fuga que duró doce minutos.