El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó hoy que el Estado interviene en los conflictos de la gráfica Donnelley y la autopartista Lear, con el propósito de "preservar las fuentes de trabajo". Se busca "generar las condiciones a través de diferentes vías o cursos de acción", dijo.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, destacó hoy la intervención del Estado para "preservar las fuentes de trabajo" de empresas en conflicto y mencionó a la autopartista Lear y la gráfica Donnelley.
"En estas dos empresas, que han tenido visibilidad pública, el Estado interviene para garantizar la preservación de las fuentes de trabajo y generar las condiciones para incrementarlas", destacó en la habitual conferencia de prensa matutina en la Casa de Gobierno.
Explicó que ayer mantuvo una reunión con representantes del sindicato de los gráficos, a partir de la quiebra declarada por la gráfica Donnelley, -que cuenta con 406 empleados- de la que también participaron delegados de la Federación Argentina de la Industria Gráfica, de los ministerios de Industria y de Trabajo y se coordinó una nueva audiencia para el viernes.
Recordó que se ha dictado la conciliación obligatoria, se está trabajando en la resolución judicial de la quiebra que, dijo Capitanich, “consideramos una actitud intempestiva, sin previo aviso de la empresa”.
Agregó que por resolución judicial hoy a las 11.30 se sorteará la designación del síndico de la quiebra, y amplió señalando que proseguirán las reuniones con el propósito de que los trabajadores puedan preservar sus fuentes de trabajo”.
Señaló que es llamativa la decisión de la empresa multinacional, que cuenta con 55 mil empleados a nivel mundial y agregó que su filial en la Argentina no registraba deudas previsionales ni impositivas, y en su balance la composición de los activos es superior al pasivo. Cuenta además con moderno equipamiento y sus talleres, entre otros clientes, tienen a la Editorial Atlántida.
Desde el gobierno, explicó, se busca “generar las condiciones para preservar la fuente de trabajo, a través de diferentes vías o cursos de acción, de común acuerdo con el sindicato gráfico y la industria.
Capitanich también se refirió a la situación de la autopartista Lear, que se enfrenta a “la imposibilidad de producir en condiciones pacíficas dentro de la planta, lo que implica que debe importar los productos de otros países”.
“Flaco favor hacemos si no generamos las condiciones para que puedan producir” dijo y destacó que en este caso “no hay un problema de mercado” sino que, por el contrario, hay perspectivas para una eventual duplicación de la capacidad de ocupación, en tanto tengamos normalidad en los procesos de producción”, afirmó.
El Jefe de Gabinete subrayó que para resolverse la situación en Lear hay una orden judicial para la restitución de delegados, y debe darse una asamblea para propiciar las condiciones para el funcionamiento normal de la empresa.
