La actriz Ana María Giunta falleció a los 70 años en su casa de Ramos Mejía. Su salud se había deteriorado desde hace un tiempo. Tuvo un ataque cardíaco-respiratorio, diabetes y presión alta. Sus últimos días los pasó en cama, porque no podía caminar.
Recibía oxígeno mientras estaba acostada, tomaba diecisiete medicamentos por día, y tenía psiquiatra, psicóloga y kinesióloga tres veces por semana.
Giunta fue una fiel defensora por el derecho de la mujer, de la violencia familiar y de la violencia de género.
Apoyó y se comprometió activamente en el tema del matrimonio igualitario y el derecho a la vida.
Fue la Directora, por más de 15 años, de los "Talleres de Arte para la Vida", donde dedicaba todo su potencial y corazón a niños, adolescentes y adultos con capacidades especiales.