Se avecinan las elecciones primarias, y si bien nada se define este domingo, hay que pensar seriamente el voto. Cada uno tiene el derecho de votar a quien quiera, y nos gusten o no las autoridades electas deben ser respetadas. Mucho se habló del voto castigo, esperemos que no nos autoflagelemos y que en todo caso, el castigo no sea para nosotros mismos.
"Estos son choros, y los otros inútiles, mejor probamos con estos otros". Es una frase muy repetida por miles de encuestados, al preguntárseles porque se inclinan por determinada fuerza política. Casi como si se tratara de un juego, por descarte eligen a quienes nunca gobernaron, en el convencimiento que serán mejores que los que pasaron.
Es cierto, Santa Fe tiene enormes dificultades, y sería interminable esta reflexión si nos propusiéramos elaborar un compendio de cosas por hacer, la mayoría de la gente lo sabe, y no hace falta que se lo recordemos, sin duda la mayor deuda pendiente es la inseguridad, que le ganó la pulseada a la pobreza, no por ser menos grave, sino porque afecta a más gente.
Sin dudas el próximo gobierno deberá tomar cartas en el asunto con la mayor premura, no hay tiempo que perder. Deben tomarse decisiones de fondo, no puro maquillaje, no da para más la situación, hay que empezar por una profunda reforma policial y judicial.
El socialismo perdió el territorio contra los narcos, Gendarmería llegó justo a tiempo para pacificar una ciudad que se debatía entre la guerra criminal más grande que se recuerde desde las décadas del 20' y 30' del siglo pasado, cuando Chicho grande" (Juan Galiffi) que era el capo maffia y "Chicho chico" (Alí Ben Amar de Sharpe) dirimirían sus disputas con asesinatos y por las que Rosario terminó siendo estigmatizada y recordada como "la Chicago Argentina".
Gobernar es una tarea compleja, los desafíos son cambiantes, los problemas varían y requieren estar preparados para afrontarlos. Santa Fe superó en distintas etapas momentos difíciles. Inundaciones, desocupación, discriminación desde el poder central, falta de inversión productiva, y otros tantos males que logramos superar.
El delito existió siempre, pero acotado a márgenes nunca aceptables, pero tolerables. El mundo está lleno de gente que prefiere el camino más fácil, y opta por ganarse la vida sin esfuerzo, aprovechándose de otros que consiguen lo que tienen por el fruto de su trabajo.
La obligación del Estado es custodiar los bienes y los intereses de los que se ganan la vida trabajando, pero a la vez generar los caminos necesarios para que la mayoría pueda vivir de un trabajo digno. Eso se obtiene con educación, capacitación y acompañamiento por parte del Estado. Es la tarea a seguir, es el desafío, no agrandar las cárceles, hay que achicar "el margen de error" y evitar que la delincuencia gane la partida.
Esperamos que quienes resulten electos tengan los cojones suficientes para enfrentarse a los poderes extra poder. Que se atrevan a enfrentarlos, con el peso de la ley y de la Justicia y no se excusen en la división de poderes para dejar todo en manos del Poder Judicial que tranza las condenas con los delincuentes para mostrar signos de eficiencia irreal ante la sociedad.
Queremos que quienes deban purgar penas lo hagan de acuerdo a lo que establece la ley, sin salvoconductos para evadir el peso del sistema jurídico. Hay que tenerlos bien puestos, el problema es tener el poder real, estamos en problemas si ellos pueden balear impunemente el domicilio del gobernador, perdimos la batalla y el miedo nos gana la guerra.
Deseamos que el próximo gobernador esté a la altura de las circunstancias, que sea quien realmente mande en la provincia y que su poder no esté menguado por grupos armados ni bandas delictivas que amenazan la continuidad institucional.
Usted sabrá...
Fernando Viglierchio
Gobernar es una tarea compleja, los desafíos son cambiantes, los problemas varían y requieren estar preparados para afrontarlos. Santa Fe superó en distintas etapas momentos difíciles. Inundaciones, desocupación, discriminación desde el poder central, falta de inversión productiva, y otros tantos males que logramos superar.
El delito existió siempre, pero acotado a márgenes nunca aceptables, pero tolerables. El mundo está lleno de gente que prefiere el camino más fácil, y opta por ganarse la vida sin esfuerzo, aprovechándose de otros que consiguen lo que tienen por el fruto de su trabajo.
La obligación del Estado es custodiar los bienes y los intereses de los que se ganan la vida trabajando, pero a la vez generar los caminos necesarios para que la mayoría pueda vivir de un trabajo digno. Eso se obtiene con educación, capacitación y acompañamiento por parte del Estado. Es la tarea a seguir, es el desafío, no agrandar las cárceles, hay que achicar "el margen de error" y evitar que la delincuencia gane la partida.
Esperamos que quienes resulten electos tengan los cojones suficientes para enfrentarse a los poderes extra poder. Que se atrevan a enfrentarlos, con el peso de la ley y de la Justicia y no se excusen en la división de poderes para dejar todo en manos del Poder Judicial que tranza las condenas con los delincuentes para mostrar signos de eficiencia irreal ante la sociedad.
Queremos que quienes deban purgar penas lo hagan de acuerdo a lo que establece la ley, sin salvoconductos para evadir el peso del sistema jurídico. Hay que tenerlos bien puestos, el problema es tener el poder real, estamos en problemas si ellos pueden balear impunemente el domicilio del gobernador, perdimos la batalla y el miedo nos gana la guerra.
Deseamos que el próximo gobernador esté a la altura de las circunstancias, que sea quien realmente mande en la provincia y que su poder no esté menguado por grupos armados ni bandas delictivas que amenazan la continuidad institucional.
Usted sabrá...
Fernando Viglierchio