Hugo Moyano y los representantes de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) volvieron a suspender ayer la audiencia prevista en el Ministerio de Trabajo, aunque se reunieron en forma privada para avanzar en la negociación, en la que el Sindicato de Camioneros presiona por una suba de 33% mientras la oferta empresaria redondea un 30%.
A la discusión el líder camionero sumó nuevos reclamos, como el aumento de los adicionales por antigüedad y para los choferes de larga distancia, lo que impidió ayer el cierre de un entendimiento. Las partes acordaron retomar las conversaciones informales el lunes con la expectativa de destrabar las diferencias, aunque el propio Moyano se mostró ofuscado por las demoras y advirtió con medidas concretas.
"Si no hay un acuerdo, el mismo lunes vamos a paro", amenazó el jefe de la CGT opositora. Para preparar el terreno, el gremio inició asambleas en las empresas de la actividad, las que se profundizarán durante el fin de semana a la espera de la definición del encuentro del lunes.