Justificó sus dudas alegando que el acuerdo con el PRO es "una alianza para gobernar la Argentina que viene, no es electoral" y agregó, "si la historia nos pone en un lugar donde no vamos a gobernar y todos somos parte de identidades partidarias autónomas... yo no puedo decirle hoy qué va a pasar el 11 de diciembre".
También habló de la fórmula Scioli–Zannini: "Todo el mundo sabe que han formado parte del mismo espacio donde los unió el poder, nada más que el poder. Lo de Scioli y Zannini podrá ser muy bueno como oferta de poder pero de consistencia y coherencia, menos diez como en el chinchón".
"Yo no soy anti K. He sido un durísimo opositor y lo sigo siendo, pero yo miro para adelante el país, yo no soy anti nada", sostuvo el dirigente. El precandidato a presidente competirá con el jefe del Pro Mauricio Macri y la diputada Elisa Carrió en las PASO por el mismo espacio y respaldará a Martín Lousteau, el candidato de ECO, en la Ciudad de Buenos Aires.