Los votos en contra vinieron de la UCR, el Interbloque Federal, el Pro y el FAP-UNEN-Coalición Cívica. El Frente para la Victoria contó con el respaldo extra del senador Guillermo Pereyra, del Movimiento Popular Neuquino.
El eje central del proyecto consiste en que caso de que el Estado quiera desprenderse de las acciones de las empresas en las cuales es socio minoritario, deberá requerir el aval de los dos tercios del Congreso.