Ante ese panorama, las consultoras retocaron al alza sus previsiones de inflación y confirmaron un primer semestre de 2016 complicado. Las restricciones fueron varias. La Cámara de Importadores (CIRA) afirmó que la autoridad monetaria recortó de u$s 75.000 a u$s 50.000 el monto máximo que un pequeño importador puede operar sin necesidad de autorización del BCRA (lo que, en la práctica, implicó que ninguna operación superior a ese monto se realizó).
La medida también afectó a las agencias de viajes. La profundización del cepo afectó a los grandes importadores que tienen cupos de divisas acordados con el Gobierno: automotrices, fabricantes de motos y fabricantes de Tierra del Fuego.
Las terminales automotrices sufrieron otro recorte del 50% en su disponibilidad de divisas para comprar insumos y autos terminados, según una fuente del sector. El cupo mensual, que había bajado a u$s 200 millones (más u$s 30 millones adicionales para las terminales con proyectos de nuevos modelos), se redujo a la mitad. "Esto afectará en los próximos meses", afirmaron en las terminales. El nuevo recorte se suma a la deuda de las firmas con sus casas matrices (unos u$s 2000 millones).