"La Nación concretó un aporte, de Lifschitz escuchamos lo que creo fue sólo un anuncio para los medios y el oficialismo municipal recitó un rosario de imposibilidades".
"Pienso que el debate sobre el precio del boleto era una oportunidad para que el Concejo rosarino (órgano máximo de la democracia, pues allí tienen voz todas las opciones políticas que el rosarino votó) se reconciliara con los que hoy algo esperaban, fundamentalmente con aquellos que cada mañana no tienen la posibilidad de elegir cómo trasladarse a su trabajo, a estudiar, a hacer su actividades cotidianas en una ciudad extensa", reflexionó Nin.