Una de las novedades más importantes es que habrá un subsidio de $ 300.000 para familias con hijos que compren viviendas de hasta $ 1 millón, y de $ 200.000 para quienes adquieran viviendas de hasta $ 1,5 millón. Las familias sin hijos tendrán un subsidio de $ 200.000 para inmuebles de hasta $ 1 millón y de $ 100.000 para los de hasta $ 1,5 millón. Los créditos serán a 15 años con una cuota inicial de $ 4.000 en el caso de una familia con hijos que gane $ 16.000 para un inmueble de $ 900.000.
En total, darán hipotecarios a 25.000 familias, que deberán tener el 10% del costo de la propiedad. La cuota no podrá superar el 25% del salario. El objetivo es reducir el déficit habitacional de 3,5 millones de hogares y, a su vez, reactivar la economía, con la construcción como motorizadora del empleo, que derrame en otras industrias, como el acero, el cemento y la metalúrgica.