"Veo con preocupación que la Justicia ya no muestra el mismo ímpetu por investigar la corrupción del kirchnerismo y ese proceso está cada vez más lento o paralizado". El apriete a los jueces corrió por cuenta del ministro del Interior Rogelio Frigerio.
Y no fue el único. Fuentes judiciales señalan que a la casa de Mascarello 441, en Río Gallegos, llegarán gendarmes y prefectos con cascos, chalecos anti balas y armas largas, dispuestos a entregarle circo a los medios que le siguen haciendo oposición al gobierno que se fue hace casi un año.
Además, Bonadío quiere allanar otras dos propiedades de la ex presidenta, que en este momento están alquiladas. Ambas en Río Gallegos. Con dirección en Moreno 882 y Alvear 391. Es decir: el juez pretende allanarle la casa a familias ajenas a la causa judicial y a la política, que no tienen nada que aportar al proceso.