El magistrado consideró entonces que las manifestaciones del dirigente social "crearon un peligro" capaz de generar consecuencias "que la ley intenta prevenir". A D'Elía se le imputó "haber difundido por medios masivos de comunicación, ideas cuyo contenido podrían alentar y/o incitar al odio o persecución de la comunidad judía".
Fue al cuestionar a los ex apoderados de la Fundación Madres de la Plaza de Mayo, Sergio y Pablo Schoklender, D'Elía "los identificó por sus apellidos y se refirió a todos los que profesan esa religión (judía) con el término 'paisano'".
En el sumario se evaluó que el procesado generó el "riesgo" de que "con esos pensamientos exteriorizados se lesione el consenso en la comunidad" -parte de la cual se encuentra conformada por sus oyentes y seguidores de Twitter- respecto de las personas judías.