En una carta que Almagro le envió a Sala, el secretario general de la OEA dijo que compartía “la preocupación expresada, entre otros, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos humanos de las Naciones Unidas y reconocidas organizaciones de la sociedad civial a nivel internacional”.
Compartió las conclusiones del Comité de Detenciones Arbitrarias de la ONU, que sostuvo que “no se demostró en este caso riesgo de fuga o de entorpecimiento de la investigación que justifiquen su privación de la libertad”. Esas conclusiones fueron enviadas al Gobierno argentino.
Almagro pidió el respeto de las garantías procesales y criticó el abuso de la prisión preventiva. Además, consideró un agravante, en el caso de Sala, su condición de parlamentaria electa del Parlasur “elemento que no puede ser desconocido”.
“Confío en que el Estado argentino, en cumplimiento de los acuerdos interamericanos y universales, sabrá dar pronta cabida a las solicitudes recibidas desde la comunidad internacional”, dice la carta del secretario general de la OEA.