Como era de esperar o no tanto, los votantes de Cambiemos salieron a la calle a respaldar al Gobierno que ellos eligieron para hacer exactamente lo que está haciendo. La mayoría de ellos quería sacar al kirchnerismo del Gobierno, terminar con el "gobierno populista", alejar a los K del poder y temrinar con la hegemonía peronista de doce años ininterrumpidos.
También los sectores que responden al campo, la industria, la especulación financiera, los que viven de rentas inmobiliarias, importadores, industriales acaudalados, los sectores de clases altas acomodadas, que mayoritariamente no dependen de un salario y confiaron en que Macri vuelva a hacerlos ver el sol, tras la larga tormenta kirchnerista.
Y ante tanto atropello choripanero, y manifestación popular salieron, provistos de la bandera argentina, ya sin las cacerolas en mano, cantando el himno nacional, con frases de guerra como el ¡Si se Puede! y ¡No vuelven Más!, los conservadores del orden institucional y las buenas costumbres se juntaron en varios puntos del país, principalmente en la Capital Federal y con menos éxito en el interior, donde no se mostró mucho, pero las convocatorias fueron bastante pobres, con alguna excepción honrosa, como en Rosario.
Pescaron en su camino a algún desprevenido que piensa que el peronismo anda buscando la interrupción del orden constitucional, y lo metieron bajo el mismo manto diciendo que "defendían la democracia", slogan convocante si los hay, aunque algunos aún añoran los tiempo en que el "silencio era salud".
Lejos de intentar achicar la grieta, desde el Gobierno decidieron fogonearla, a sabiendas que quienes no los votan difícilmente algún día lo hagan y Macri dijo "Sin colectivos, sin choripanes...espontáneo".
Es verdad no usaron esos métodos retrógrados, porque tiene otros tan convocantes, los medios de comunicación y las redes sociales les funcionaron a la perfección en la elección y volvieron a hacerlo ayer. La maquinaria de trolls no sólo sirve para destrozar rivales que se ponen el en camino, como Baradel, al que también le dedicaron cánticos, sino además para inundar teléfonos y PC con mensajes de convocatoria.
La oposición deberá aprender la lección y organizarse, no se trata sólo de llenar espacios, hay que ganar elecciones, y las elecciones se ganan con votos, no con movilizaciones masivas. La eleccion parlamentaria de octubre será el único camino para mostrarle al Gobierno que el rumbo elegido no satisface a la mayoría de los argentinos, aunque si a sus votantes.
Para el nicho de mercado creado por el macrismo, el Gobierno satisfizo la mayoría de sus reclamos. A ellos no les importa tanto el trabajo, el salario, la devaluación, la pérdida del poder adquisitivo, el aumento de los planes sociales, las jubilaciones o si cierran fábricas, defienden otros intereses, el macrismo lo sabe, y actúa en consecuencia.