Advirtió que "una reforma laboral como la de Brasil, no pasa por el Congreso, y muchos menos tendrá la aprobación del movimiento obrero". Recalde, de amplia trayectoria como abogado laboral, dijo que "si se intenta una flexibilización, creo que va a ser muy difícil que sea aprobada" por el Parlamento.
Dijo que "la experiencia indica que en los convenios sectoriales como el de Vaca Muerta o el de trabajadores rurales, se impulsaron con la promesa de que se crearían nuevos puestos de trabajo, y eso no pasó hasta ahora".
El legislador advirtió también sobre el peligro "de desfinanciar a las obras sociales, porque los empresarios quieren menos costos, menos aportes patronales, y además está en juego la seguridad jurídica para los trabajadores si lo que se quiere es conculcar derechos".
"Lo que se está hablando ahora es de un blanqueo y veremos cómo lo impulsan, pero lo que se quiere es beneficiar a los empleadores y lo que no queremos es que sea en perjuicio del personal en negro, porque si no tutelan los derechos no parece lógico que las modificaciones la paguen los trabajadores", añadió Recalde.