Hablamos de trama de encubrimiento no tanto por hechos fácticos sino relacionado a cómo se manejó el gobierno nacional respecto a ambos temas: pistas falsas, desvío de información o culpar a miembros de la comunidad.
Tras varias horas de busca de pruebas, los peritos determinaron que no se encontraron “ramas rotas por disparos”, y sí por el contario, cartuchos provenientes de ametralladoras de 9 milímetros, las mismas que utiliza la Prefectura.
Además, como otro dato importante, también se terminó de confirmar que el joven mapuche recibió un disparo por la espalda a más de mil metros, lo que también volvió a desestimar al discurso esgrimido por la ministra Patricia Bullrich, que habló de “enfrentamiento” a por lo menos 300 metros entre los mapuches y el grupo Albatros de Prefectura.
La ministra había defendido a las fuerzas de seguridad que participaron en la represión que terminó con la vida de Rafael Nahuel, de la misma forma que lo había hecho con la Gendarmería a días de la desaparición de Maldonado. En la conferencia de prensa luego de la muerte del joven mapuche, Bullrich llegó a decir que "no tenemos que probar lo que hacen nuestras fuerzas de seguridad", habilitando a cualquier accionar represivo de las fuerzas de seguridad a su cargo.