La multiplicación de obras fue la forma con la que Cambiemos puso "plata en el bolsillo" de una porción importante de la clase trabajadora. Este pronunciado recorte es una señal a los mercados que piden más políticas de shock, pero también implica que se reducirá drásticamente el empleo directo e indirecto que genera el sector.
Parece inevitable que termine en un enfrentamiento con la UOCRA. "No niego que la suba de tasas va a afectar a la actividad", terminó admitiendo Dujovne ante la repregunta de uno de los periodistas acreditados en la conferencia de prensa. Se avecina un fuerte estancamiento.
El otro punto importante fue la confirmación de la pauta de 15% de inflación para este año, a pesar de que todas las consultoras privadas ya arriesgan un final que va a rondar entre los 20 y 25 puntos.
La estrategia oficial es sostener el relato inflacionario hasta que cierren todas las negociaciones paritarias, para así finalizar el 2018 con aumentos salariales por debajo de la suba de precios.
El recorte en obra pública y los bajos salarios se suman a la tasa del 40% para la política monetaria, a la insistencia con sostener los tarifazos y la restricción a los bancos para atesorar dólares. Buenas señales para los especuladores, malas para los trabajadores.