El presidente anunciaría la creación de unidades militares conjuntas integradas por efectivos de las tres fuerzas y el cierre de regimientos. Lo polémico es el decreto que establecerá que los militares puedan intervenir en tareas de seguridad interior contra el narcotráfico y el terrorismo, algo que hasta ahora es ilegal.
Las leyes de defensa nacional y seguridad interior de 1988 y 1991, respectivamente, y el decreto 727 de 2006 marcaron los límites a que las Fuerzas Armadas intervengan en cuestiones de seguridad interior como resultado de los acuerdos consensuados desde la transición democrática.
En plan de achique se cerrarían regimientos y, por primera vez, se crearían unidades conjuntas compuestas por efectivos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Esto permitiría conseguir recursos con la venta de los terrenos. Los militares esperan que esos fondos se destinen a la adquisición de nuevo equipamiento.