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Matías Carusso es el único insustituible, quizás el chileno Parot le siga en ese rubro, Bettini no tiene reemplazante, ya que Nahuel Gómez fue dejado en libertad y Cabezas se muestra cada vez más torpe a la hora de marcar. Los que viene debajo en su puesto tampoco brindan seguridades, ni Ortiz ni Barbieri están a la altura de los compromisos que el canalla tiene por delante.
En el medio, Bauza es el único que parece no darse cuenta que Ortigoza juega a otro ritmo, nadie podrá negar su capacidad de mando en la mitad, su personalidad ni su buen pie, pero ya no se juega solo con eso al fútbol. Llegó Rinaudo, que podría acoplarse con el Colo Gil, pero no tuvieron minutos juntos hasta ahora.
Por las bandas perdió a Carrizo, que se fue a Paraguay, y no tuvo a Camacho, que se repone de una lesión. Improvisó el Patón con Becker, que está todavía verde y le cuesta horrores en el retroceso, puso a Jonás Aguirre, tan veloz como ineficaz, y colocó a Jarlan Barrera, protagonista de la insólita novela del verano de mediapunta, para jugar con un solo delantero, resignado el esquema táctico de 4-4-2 que tan buenos resultados le dio.
El colombiano tiene arranques de crack, mete pelotas que duelen, pero por ahora no se adaptó al ritmo del fútbol nacional y además nunca tuvo un socio en cancha. La lesión de Zampedri catapultó al Chaco Herrera a la titularidad, pero no tiene las características del goleador de Chajarí. No aguanta la pelota, no se faja con los defensores y si bien es eficaz frente a los tres palos, casi no dispuso de oportunidades de gol en los tres partidos de pretemporada. Sin el Colo Gil poniendo asistencias en pelotas paradas ni Zampedri en ofensiva, el mejor cabeceador del plantel, el gol quedó muy lejos.
La CD de Central había dicho que necesitaba una venta en este mercado de pases, algo que todavía no sucedió. El principal apuntado a salir es Zampedri, que podría pasar el Rojo de Avellaneda, y eso vendría bien para las arcas auriazules, pero mal a la parte futbolística. Saldrían a buscar un reemplazo inmediato dicen, pero nadie llega y juega, todos los jugadores necesitan un proceso de adaptación a la ciudad y el equipo. Los directivos afirman que no vendieron en el año, pero Mauricio Martínez pasó a Racing por mucho dinero, cierto es que Central tenía la mitad del pase.
Para ser un equipo competitivo, Central necesita en esta semana conseguir al menos un seis titular, un marcador de punta por derecha que pueda alternar con Bettini, conservar a Zampedri y a Gil, aunque duela. Si finalmente suma a Vergara, junto a Allione podría reforzar las bandas, pero no le sobra nada. Viene de salir campeón tras largos 23 años es cierto, pero su exigente hinchada siempre pide más, y el Patón dijo claramente que quería conseguir más títulos, habrá que darle los elementos necesarios.
