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“D’Alessio estuvo en Rosario eso está comprobado. Estuvo operando en la ciudad, tiene contactos con funcionarios nacionales, contactos políticos. Con estas cuestiones vamos a insistir para que se investigue la conexión rosarina de D’Alessio y para saber cuáles son las consecuencias de esas maniobras”, precisó el mandatario santafesino.
Lifschitz confesó que los funcionarios “estamos expuestos” y agregó: “en Argentina todo es posible, las escuchas ilegales, las filtraciones públicas de escuchas, la filtración de conversaciones personales”.
Ramos Padilla planteó la existencia de una “banda dedicada al espionaje ilegal”. A la hora de describir esa estructura y sus recursos, consideró que la misma era capaz de “proveer armas”, una mecánica coincidente con la hipótesis de que el falso abogado contactó a delincuentes con el fin de perjudicar la imagen del Frente Progresista.

