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El último tuvo lugar la semana pasada en barrio Moderno, en la zona oeste de Rosario. Una de las presentes fue la concejala Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular (IP). Sostuvo que “la cantidad de armas de fuego en manos de la población civil es alarmante y que no se estaría hablando de balaceras en los barrios si hubiese una política de restricción por parte del Estado”.
“La idea del Observatorio de Seguridad es que exista un intercambio entre funcionarios y vecinos. Lamentablemente desde el año pasado que solo concurrimos los concejales. Quienes tienen responsabilidad ejecutivas en la municipalidad y la provincia lamentablemente no están. Su ausencia habla por sí sola. Hay un manoseo de los vecinos, que siguen mal por la crisis económica y social que se vive en el país y por la inseguridad permanente, que no encuentra respuestas por parte de las autoridades”, opinó Gigliani.