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Los tiempos económicos se agotan cuando no hay poder político

El presidente Mauricio Macri se encuentra en las horas más difíciles desde que ejerce la primera magistratura del país. Tras la durísima derrota política en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del último domingo, el mandatario quedó vacío de poder, derrotado, sin chances reales de pelear por su reelección, aunque intente disimularlo, sabe que su ciclo en La Rosada está indefectiblemente terminado.

Las variables económicas desde el lunes no pararon de dejar malas noticias para el Gobierno. Abrupta devaluación de la moneda, cercana al 30%, suba indiscriminada de precios, con consecuente caída del poder adquisitivo del salario, riesgo país por las nubes, las acciones de empresa argentinas se desmoronaron, abrupta caída de las reservas del Banco Central, que hoy se desprendió de una suma millonaria, y no pudo contener la suba del dólar.

Golpeado por la derrota, un Macri desencajado salió el lunes y retó a los argentinos por no votarlo, siguió culpando al gobierno anterior por la crisis, dijo sentirse defraudado por no haber sido apoyado y apostó a una serie de medidas económicas que anunció hoy, queriendo recuperar el voto de la clase media, una aspirina para un enfermo terminal, que padece desde hace tres años su accionar negligente, de tarifas dolarizadas, y sueldos pesificados que multiplicaron la pobreza y la llevaron a niveles históricos.

Sin poder político no hay plan económico que alcance, la crisis se come reservas a ritmo acelerado, al punto de amenazar incluso sustentabilidad al próximo gobierno. El propio Fondo Monetario Internacional, que apoyó incondicionalmente la reelección de Macri no está dispuesto a la rifa de activos derrochados en busca de intentar frenar la devaluación monetaria y pondrá límites mas temprano que tarde y si aún no lo hizo es por la influencia de Trump, socio regional político del presidente.

A esta altura nadie imagina como llegará Macri a octubre, faltan largos setenta días para la primera vuelta electoral y hay un presidente sin poder político, con un ciclo cumplido al que la gente le puso fin y otro cuasi electo, que en realidad no lo es, que solo ganó muy ampliamente una primaria que no le otorga derechos ni le permite tener un rol relevante en el medio de la macrisis.

Algunos economistas de renombre y el propio mercado ya apuestan a correr la meta, acortar los plazos y adelantar las elecciones. El peronismo no está convencido, no quiere quedar nuevamente como un devorador implacable de presidentes no afines a su signo político.

Además Fernández aún no definió su equipo económico y mucho menos el plan, por ahora son sólo eslogan de campaña que hay que pasar a los papeles y consensuar con acreedores internos y externos. Diciembre queda muy lejos y podría ser tarde, a este ritmo, el dólar podría valer quien sabe cuanto, podría ya no haber empresas en pie, y mucho menos salarios. En el medio está la gente, que según Macri escaló el Aconcagua, hizo cima, y ya no tiene fuerzas para bajar.


Fernando Paulo Viglierchio

(Especial para RosariNoticias)

   

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