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Macri dará pelea por su propia sucesión dentro de Cambiemos


La pelea por suceder a Mauricio Macri en el todavía oficialismo ya comenzó. El presidente, que aspira a ser reelecto pero a ciencia cierta tiene muy pocas chances de lograrlo se anotó en los últimos días en la carrera por ser el próximo líder de la oposición, impulsado por la numerosa cantidad de gente que lo acompañó en su gira de despedida por treinta localidades de todo el país, algo impensado meses atrás y que no estaba ni en su propios cálculos.

Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Raúl Cornejo, Gerardo Morales y algún otro radical soñaban ya con ponerse el traje de líder opositor tras las elecciones del 27 de octubre, a sabiendas que un Macri muy golpeado por una eventual derrota se retiraría de la política e incluso se especulaba con que hasta podría dejar el país y radicarse en España.

Pero todo cambió como por arte de magia. A raíz de la convocatoria del actor Luis Brandoni, desde España, que llamó a respaldar al presidente y una Plaza de mayo llena, puertas para adentro de la Rosada empezaron a tomarle el gustito a las convocatorias masivas, algo que creían reservado sólo para el peronismo y lanzaron el operativo clamor que llenó de espíritu al presidente, que reconfortado por el afecto de su nucleo duro, empezó a repensar en el día después.

El macrismo pensaba tras ganar en 2015 que el kirchnerismo nunca más asomaría la cabeza, e incluso soñaba con meter presa a su jefa política y sus principales colaboradores. Contó para ello con la estrategia mediática y complicidad judicial más absoluta, pero no lo logró a tiempo, quizás por propio temor a una reacción adversa, y la dejó con vida. Y Cristina Fernández renació de entre las cenizas y está a las puertas de ser vicepresidenta, si el domingo las urnas ratifican lo realizado en las PASO, pero nunca podrá revertir el odio visceral sembrado en su detractores, muchos de ellos empujados al macrismo como opción espanta Yegua.

El peronismo unido tendrá la oportunidad de recomponer el tejido social que el macrismo dejó maltrecho, se encontrará con un país endeudado al extremo, con niveles de pobreza muy elevados, la industria en sus peores crisis, la desocupación en alza, sin reservas en el banco Central y una moneda que nadie se animaría a decir cual será su valor el lunes. Pero está acostumbrado, resuelve con política ecuaciones económicas que para el resto son chino básico.

Le quedará al macrismo velar armas, mantener un silencio prudencial en ls primeros 120 eventuales días de Alberto al frente de la primera magistratura y después  comenzar a tallar el posible regreso. Comodoro Py será un escenario frecuente para Macri y sus amigos, tanto o más como lo fue para el kirchnerismo, sólo que Fernández no avalará las prisiones preventivas sin sentencia firme y mucho menos los desafueros justicieros, por formación política y conocimiento del derecho.

"Hay Gato para rato", "Macri no se va", aclamaba la gente en las masivas marchas convocadas por el presidente, sobre todo en CABA y Córdoba, donde el apoyo al presidente es numeroso. La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal cerró ayer en Vicente López sin ningún cartel amarillo que hiciera referencia a la fuerza política a la cual representa y Larreta en un acto austero, casi en una charla de amigos sin globos ni merchandincing macrista. La estrategia parece ser mantenerse lejos del presidente, en casi una actitud naviera, ya que los barcos suelen llevarse consigo aquello que está a su alrededor cuando se hunden.

El treinta y pico por ciento de los votos no es poca cosa, después de hacer un gobierno que en lo económico dejó mucho que desear. Es una base con la que podría soñar cualquier candidato que decida competir en una campaña presidencial. Además, con un Lavagna anciano, que ya no tendrá nuevas oportunidades, Macri aparece hoy como el único opositor en pie. Habrá que ver si Larreta consigue imponerse en Buenos Aires y eso pueda posicionarlo, pero eso todavía está por verse, ya que Lamens podría llevarlo a una segunda vuelta.

Así Macri que hasta incluso dudó en competir, que manifestó un enorme enojo tras el 11 de agosto, que mandó a dormir a los argentinos y al otro día, todavía golpeado por la derrota culpó a los votantes por la estrepitosa devaluación se llenó de energía, pasó indemne por los debates presidenciales, donde logró salir airoso, ante un Fernández poco entrenado para la ocasión y negado a couchearse, ahora sueña con ser el líder de la oposición. Si sus números crecen y se acercan al 40% comenzará a trabajar el mismo lunes, si son más cercanos al 30% se tomará vacaciones, y esperará confiado un regreso triunfal que lo deposite nuevamente en el sillón de Rivadavia.

Fernando Viglierchio

(Especial para RosariNoticias) 

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