El dictamen, que también contó con amplio consenso en la comisión de Legislación General, establece que los ajustes en los contratos deberán efectuarse utilizando un índice conformado por partes iguales por las variaciones mensuales del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) publicado mensualmente por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Asimismo, establece la extensión del contrato de alquiler a tres años (en lugar de dos); dispone que las expensas extraordinarias son responsabilidad del propietario.
En esa misma línea, reduce el depósito a un mes de alquiler y contempla diversas opciones para facilitar las garantías para los inquilinos, no sólo a través de la garantía inmobiliaria.