La Cámara de Senadores convirtió en ley la Emergencia Económica que había solicitado el Gobierno y que le otorga a la administración de Alberto Fernández un marco normativo para poder renegociar la deuda del Estado, actualizar por decreto las jubilaciones, aumentar las retenciones al campo, diagramar un nuevo cuadro tarifario para los servicios públicos e implementar un recargo para la compra de dólar para atesoramiento y gastos en el exterior, entre otras facultades extraordinarias.
La medida fue sancionada con 41 votos positivos, 23 negativos y una abstención, en el final de una sesión que comenzó poco tiempo después de que Diputados le girara el texto que había aprobado tras otro extenso debate, que en ese caso duró casi 20 horas, en el que el oficialismo aceptó realizarle varios cambios al proyecto original.